Junio 10 de 2017
Escribes tan extraño a todos
Te ausentas por caminos delirantes
No sé qué tan posible sea vivir así,
permanecer ahí,
con esos fantasmas que te pueblan
Si al menos fingieras algo,
aceptaras algo,
podrías estar en la balaustrada del recuerdo
¡Pero, nada! Te recreas con improperios
Con eternidades de lobo estepario
Con discordantes fragmentos.
No tendrás amigos,
nada querrán saber de tus apoteosis de loco
de tus improvisaciones gnósticas
Caerán sobre ti rayos y centellas,
guayabas perfumadas.
Tu familia se esconderá por siempre
Las iglesias te llamarán blasfemo
y un registro de indigesto reposará en los claustros
Los teatreros te tirarán piedras
y los poetas te llamarán patético
El papa te bautizará al revés
y tu mamá resucitará para corroborar lo trágico
No habrá quien se duela de tu cuerpo y alma
Traspasado de fulgores, se encogerán los éticos
Se difumará la historia
Ningún maestro querrá tenerte en sus estancias
Te llamarán el contagiado, abominable, desechable
Tus libros serán quemados
y tu memoria perdida para siempre
¿Qué más se puede esperar de un solitario?
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