Noviembre 1 de 2016
Justa medida del tiempo preciso
Acometer intenciones, ya lo sé
Como fue en los proverbios
en aquellos adverbios
Canciones que vivieron espantos
Tierras donde el pie no se había hundido
Floración acorde con la nada
Incipiente acertijo
Nos gustaría no llamar la atención
Permanecer eternamente sencillos,
intensos y vacíos
Recordar sin quedarnos ahí
Creativamente insólitos
De esencias y de soles prendados
Arribar en Barca no domesticada
Con arreboles presentes…
Con furtivos ardientes
Ligeros de mente
Ramilletes claman para sí
No hay posteridad que nos haga esclavos
No hay similitud que nos añada
No hay portento que nos turbe
Pero si la voz se incrusta
Si el alma gravita
Si el péndulo es cadencia
Si lo notable se esfuma
Ningún rigor para lo que ya somos
Ningún Dios para lo que sentimos
El arte es una creación de adentro
¿Quién sofoca el fuego?
¿Quién aplana lo más íntimo?
Los aprehensivos infieren de algún Dios
Al cuerpo lo determinan sus procesos
El otro aquél que nunca da la cara
Los cementerios están callados de soslayos
En lo concerniente en lo atinente
¡No más indiferencia!
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