lunes, 2 de mayo de 2016

FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL
Sociedad del espectáculo Underground

Por Mateo Sepúlveda Gómez


Sociedad del espectáculo Underground por Mateo Sepúlveda Gómez
En las profundidades de las más recónditas tablas, habitan seres que en su barca, la barca de los locos, apuran viento y marea contra su favor, y es que el movimiento es underground o en su defecto, subterraneo, no porque este escondido, sino porque ataca directamente las corrientes de aire y el derecho a ser algo comercial, ahora bien, de que viven los locos, viven de un pequeño número de aplausos, una audiencia selecta, la cual no se excluye de los demás, sino que se da el lujo de atacar su oídos con las máximas retoricas medio satíricas que si bien no son la lectura más precisa de la realidad, aproximan al espectador a ese viejo teatro pobre del que hablaba Jerzy Grotowsky, ese al cual estudiaba esa conexión entre actor/público y lo separaba de cualquier vaga representación o espectáculo, un teatro pobre y experimental pero rico en concepto.
Bernardo Ángel con 67 años es un actor versátil, cuya capacidad camaleónica le permite trabajar en cualquier campo del espectáculo, bien lo hemos visto en teatro como un personaje sacado de la comedia del arte, incluso en cine, donde sus aportes trasgreden el argumento y lo mejoran. Bernardo, critica todo lo que sea comercial, industrial y con ánimo de lucro, con tendencias al nadaísmo y a la literatura, donde se apoya en los mártires literatos como Bukowsky, donde con golpes directos a los sistemas e instituciones educativas, religiosas, políticas, culturales… atacan, el normal desarrollo de la sociedad, con escritos propios, manifiestos cargados de emoción y verdad, escritos por Bernardo donde acuden a la palabra para transformar en imagen una visión.En las profundidades de las más recónditas tablas, habitan seres que en su barca, la barca de los locos, apuran viento y marea contra su favor, y es que el movimiento es underground o en su defecto, subterráneo, no porque este escondido, sino porque ataca directamente las corrientes de aire y el derecho a ser algo comercial, ahora bien, de que viven los locos, viven de un pequeño número de aplausos, una audiencia selecta, la cual no se excluye de los demás, sino que se da el lujo de atacar su oídos con las máximas retoricas medio satíricas que si bien no son la lectura más precisa de la realidad, aproximan al espectador a ese viejo teatro pobre del que hablaba Jerzy Grotowsky, ese al cual estudiaba esa conexión entre actor/público y lo separaba de cualquier vaga representación o espectáculo, un teatro pobre y experimental pero rico en concepto.




























Manifiesto 212:
¡Querida Cultura Oficial: la fragancia de tu perfume nos produce náuseas!
Embaucadora serpiente tejiendo redes dolientes
para tus hijos reptantes…

¡Qué este Teatro haga crisis en tu cuerpo señuelo!
Bernardo Ángel Saldarriaga

Año 2013

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