Febrero de 2016
No fui yo, hasta que me acerqué al
teatro
Hasta que fuerzas inconscientes
me fajaron para lo sempiterno
Pregunté a los dioses
y no me oyeron
Se disiparon en aleteos inútiles
Me tocó empezar a balbucir
A crepitar errores
A traspasar penas
A conjugar percances
Hoy sé menos, pero estoy con Lucía
En éstas y en las de más allá,
locos por siempre.
A los que no creyeron que
aguantaríamos,
les decimos: todavía aquí,
precisamente
porque no tenemos nada
Nos abastece lo eterno
Nos colman los sentidos
Nos verán erguidos, advertidos,
reales que transfieren estos giros
¡Ánimo pétalos escabullidos,
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