Febrero 12 de 2014
Salgamos a la calle
y demos al traste
con los
acostumbrados del momento,
del arte y de la
muerte.
Profanemos la
constitución de mansedumbres
Proclamemos el
libérrimo desnudo que nos soye
y cantemos un
profundis desacato
al automatismo que
nos hunde…
¡Tú conmigo, yo con
vos, él con nosotros,
todos a una,
rumorosos , procelosos,
ditirambos en la
noche del sofoco!
Ardiente melancolía
colindando,
penetrando,
raudales resonando.
Peste a los
higiénicos, a los saludables,
a los pedagógicos, industriosos,
veleidosos y
piadosos,
a los taquígrafos
de la poesía,
a los mecánicos de
Festivales y andurriales,
a las Salas
Confesionales de Teatro,
con clérigos
papables y palpables.
Pago por mi
flagelación,
pero mastiquen
despacio que me les puedo atragantar.
¡Ay de aquí, ay de
allá!
¡Gracias por estar
ahí!
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