viernes, 3 de enero de 2014

MANIFIESTO “DURA SENDA DE LA DULZURA” POR BERNARDO ÁNGEL SALDARRIAGA.


 
Enero 1 de 2014
 
Inobjetables pálpitos
Apagadas las hogueras
Terminadas las bravatas
Un aire de jazmines nos delata
¿Será la paz de lata que de tan deseada se escabulle?
¿Será el último síntoma de la tarde que nos incluye?
Me he sentado a la expectativa del silente
¡Qué estupefaciente recorrido del “valiente”!
La obra no es para parientes
La vida tiene sus inclementes,
sus raudos aparentes,
sus confusos subsiguientes.
Hay quien no profiere ni una sílaba y ya dijo
Hay quien no ha dado un paso y ya ha llegado
La vez que te contuve,
el zendo que mantuve.
No era ni bueno ni malo,
Ordalía profecía
Me tumbé con los contrarios,
llega uno y otro: promiscuos de evangelio.
Le temí al exilio y vivo un idilio
Creyeron despoblarnos, nos incentivaron
Se dijeron maltratarnos, nos decidieron
Una verdad es un hilillo de agua
en la comezón sin fe
No te pudras con los dignos,
ya tienen su paga de ladinos.
Esclarece tu realidad ante el anochecer sin rostro
¡Movimientos invisibles,
poned en marcha nuestros músculos,
dad frescura a nuestros rostros,
imbúyenos de sacralidad sin penas!
Termino aquí,
mañana me levanto.
Salgo a caminar,
a trasmutar mi fiebre.
Lucía hace yoga y me precede,
profiere un teatro de cantos núbiles,
entonces para cualquiera,
para el que esté tan cerca de nosotros.
¡Dígannos, hágannos,
traigan un poeta que se iguale al nulo,
que se vuelva un lulo!
¡Matutes del embuste!
 

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