Abogamos por un
Teatro que no tema ir
hasta las últimas consecuencias,
hasta las últimas consecuencias,
por una real
comunicación con el espectador…
No se puede esperar
un Hombre Nuevo, si el Teatro no contribuye a forjarlo.
¡Por sobre todo,
una experiencia que toque las fibras más hondas del ser!
¡Una ebullición en
la carne para que el…organismo revele el contagio!
Sólo así, puede
hablarse de verdad Teatral, de confusión y certeza.
La belleza de un
acto teatral,
se encuentra en lo
terrífico de ÉSTE
En lo soberano de
su signo.
Ningún contacto tan
escogido y público,
como el Teatro mismo.
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