lunes, 7 de enero de 2013

MANIFIESTO Nº 313 "POR LO UNO Y POR LOS OTROS" POR BERNARDO ÁNGEL SALDARRIAGA


Me remito al campo de acción:
el Teatro…
Acabo de pensar en la muerte
y eso me rehace por dentro,
me invade, me procura alternancias que nunca oigo,
por ejemplo: me saca al fulgor de lo extraño,
a un revertir sin edad, sin gloria y sin fe…
Me detallo en partes, me olvido en otras
Concentro mis elaboraciones tristes,
mis arpegios neutros….
Voy acrecentando duendes, impulsos férvidos.
Dimito, contradigo, expongo, advierto, no repongo.
Venteo mis futuros que son: yermos, fraudulentos, épicos.
Catástrofes en parte, reminiscencias de un desventurado…
Fantasear es mi signo, mi respuesta tácita.
Empleo un vocabulario de asombros,
de incongruencias tiernas, de repiques sátvicos…
Todo esto, para decir:
que no puedo vivir sin escribir….
¿Será eso sano?
Allá el verbo de Dios por otro lado…
Vengo de una orilla horripilante y nadie sabe…
Terminar las palabras antes que venga el defraudador,
el deplorador, el conculcador…
Tanto ustedes como yo en ustedes,
escuchemos la verificación del éter…
Mientras escribo, 
me proponen un vestido de mujer para terminar la página.
Pregunto: 
¿Soy visible o invisible, 
activo o pasivo, virulento o tierno?
Normal que nos tengamos que entretener con ritmos,
antes que todo: decirlo, preverlo, entenderlo….
Apenas sí desmembrado por ahí, para tener en cuenta,
para sostenerlo, aseverarlo.
¿Incómodo si les escribo así?
Me tengo dicho: no ser claro, soy loco,
allá ustedes.

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